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Plática con Salvador Alas, la “Choly”:
“El Salvador es chiquito pero la tiene grande”
“Vulgar”, le dicen algunos. “Natural”
replica él. Para Salvador Alas, el tipo detrás de
las mil voces en las mañanas de radio Scan, se trata simplemente
de eso: de tomar un micrófono y ser natural. Lo que hace
la diferencia es que la naturalidad de Chamba es una ácida
mezcla de crítica y la más, digamos… cándida
chabacanería.
Llega acompañado de su compañero de fórmula,
ese que va improvisando el guión de la última versión
de radionovelas en El Salvador, Salvador Vásquez. Ambos son
los conductores del espacio matutino que descuartizó el techo
de audiencias cuando, hace seis años, una “abuela”
dijo al aire el más célebre de los “¡Tu
madre!”. Actualmente hacen y deshacen en su cancha favorita,
el programa de cuatro horas llamado “La Choly”.
En sus programas han pasado personajes como Don Paquito,
que habla exactamente igual que el ex presidente de la república,
o el Doctor, Ingeniero, Arquitecto Merino, un personaje en permanente
estado de ebriedad (…)
Ahora, con su nueva radionovela, “El pecado de Shumico”,
siguen burlándose de los límites y sorteando críticas,
escudados en los ratings que los ubican en la cima de la popularidad.
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Carlos Martínez, César
Castro F. y Sergio Arauz. Fotos: Paolo Luers.
[email protected]
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¿A las bichas con pisto les gustan los bichos calle?
Sí, es cierto.
¿Comprobado?
Es una historia que pasó.
¿Vos sos el bicho calle de la historia?
Una historia que pasó y que la llevamos a la novela. Está
comprobado y le ha pasado a mucha gente.
¿Cuál fue la historia?
Hace bastante, un chingo. Tengo diez años de casado más
cuatro de novios, fue hace como 15 ó 16 años.
¿Te casaste con la bicha con pisto entonces?
Nooo, qué galán...jajajaja. Lo que pasa es que en ese entonces,
no te voy a decir el nombre, es conocida, ya la han visto. Fue en la U,
ella en carro, yo en bus. Feo pero con labia, brother. Lo que nosotros
decimos: “Escuela mata carita”. La labia mata la cara bonita.
¿Cuántos años tenés, Chamba?
Tengo 35 cumplidos. Fue hace bastante eso, hasta mentira podría
ser.
¿Estudiabas odontología, verdad?
Empecé estudiando eso, después me cogieron un montón.
¿Te qué?
¡Las materias!, me cogieron las materias. Entré a la Evangélica
en el 88, después me quebraron las materias, me pasé a la
Masferrer por equivalencias y hago hasta sexto ciclo y me quebraron otra
materia y dije: “No, esta mierda no es para mí”...
Tenía habilidad para dibujar y llegaba a las clases a dibujar
a los maestros, a mis compañeros. Me dije que posiblemente no fuera
odontología mi onda y me metí a la Nacional a Artes Plásticas
y me agarró la pila del pelo largo, la barba. Estudié un
año y al final no me llegó el rollo, no era la pintura lo
que me gustaba, me gustaba el dibujo y entonces, no me recuerdo cómo,
me metí a la Matías a Diseño Gráfico. Llegué
hasta sexto ciclo en la Matías. Y siempre con la radio a la par.
¿Cómo entraste a la radio?
Mi tía es Carmelina Ceballos. Ella fue una de las eminencias de
hace ratos, estuvo en YSU, tenía un programa que se llamaba “el
mundo de la mujer”. Era la hermana de mi mamá y yo, como
todo cipote, quería ganar feria (dinero) y pronto abrirían
la (radio) Scan en el 88. Mi tía le dijo a mi mamá que al
terminar el bachillerato me mandara a la radio para que trabajara. La
radio nació el 7 de noviembre y yo llegué el 8 y me quedé
ahí desde entonces.
Hay un gran mito, no sé si será cierto, que los
nuevos que llegan a la radio “gatean” con todo…
Salvador Vásquez (SV): Es hacer méritos. Es como un derecho
de piso que se paga. Es la tradición, el derecho para poder hablar.
Eso es lo que pasa: los de planta se aprovechan de los nuevos. “Mirá,
bicho, traeme café, limpiame los discos”. Es para templar
el carácter. Si lo he hecho es por eso. Muchas personas quieren
trabajar en radio pero no todos pueden.
¿Y qué se necesita para trabajar en radio?
SV: La gente dice que es bonito trabajar en radio. Pasás cuatro
horas hablando paja, babosadas, ponés música y jodés.
Ese es el trabajo de radio para algunos. Andá a hacerlo pues. Por
eso cuando un nuevo comienza es para probarlo, a ver cuánto aguanta
el ácido.
¿No es gana de desquitarse?
SV: No, ninguna, yo lo hago para templar el carácter, a ver qué
tanto se aguanta.
A ver, contá alguna “gateada” célebre
que hayás tenido.
SV: Afortunadamente no me tocó.
Jajajaja, te creemos.
SV: No, de verdad, afortunadamente. Desde que me senté a trabajar
en radio, hace 19 años ya, mi primer turno fue un 24 de diciembre,
un turno que todos y nadie quiere, por la fecha y por el dinero. Para
mí fue el éxtasis. El tipo que estaba conmigo se fue y me
dejó solo. Fue estelar.
Salvador Alas (SA): A ver, para mí “gateadas”…
mandarme a comprar cosas nada más. Es que entonces mis compañeros,
como la radio era nueva, y yo era un bicho de 18 años solo me mandaban
a comprar cigarros. No llegaba yo a una institución como la Femenina
o la ABC por eso no me tocó gatear mucho como otra mara que le
decían: “Andá a San Miguelito”,-“pero
yo no tengo para el bus”-, “no sé cómo putas
le vas a hacer”.
SV: Yo creo que nosotros no hemos sido tan drásticos como otros
en otras radios donde ha habido barbaridades.
Yo conozco mara de radio que el día que te pagan, después
de dos años de pasar gateando, el primer sueldo te lo güevean
todos los locutores y se lo reparten luego para ir a chupar.
¿Cómo se hacen las radionovelas?
Todo es improvisación.
¡Maaa!
Por Dios, mi madre y mis hijos que no escribimos nada antes.
Bueno, ¿pero saben para dónde tiene que ir la historia?
No. A todos los medios que nos entrevistan no creen y nos dicen: “Puta,
pero tenés que tener escrito algo” y yo les digo que no.
Yo, Salvador Alas, me encargo de las voces de la novela, la música
de la novela, los efectos, la operación de los controles y éste
(Salvador Vásquez) está libre con su pensamiento para narrar
y yo me voy metiendo en la novela.
SV: A este le toca la parte de producción y postproducción
en el momento, todo es instantáneo. Los efectos que vos escuchás,
la música es cosa de él.
Pero entonces se pueden hacer bolas...
SV: No, porque el control lo tengo yo, le doy las pausas. Por ejemplo,
yo narro: “La Juanita sintió que un rayo le caía”...
y él no sabe que voy a decir eso.
SA: Es que este hijueputa me sale con unas mierdas, y así ponelo,
esto surgió desde La Abuela, pero la Choly llegó a ser en
la mañana una cosa totalmente paloma.
¿Y cómo adivinás vos las intenciones que
el locutor le quiere dar a la historia, si es triste o alegre?
SV: En ese momento este siente la emoción que yo le estoy transmitiendo
y él ya sabe dónde está su música, tiene control
completo de toda su discoteca.
SA: Tengo alrededor de 200 discos que ocupo, 20 de ellos con los que
me doy verga todos los días con los efectos más inmediatos:
bosques, lluvias, truenos, animales, una cagada, miadas, puertas que se
abren. Son efectos inmediatos pero ya otras cosas como que este diga:
“Estaba jugando billar”, puta, ¡está cabrón!
Tendría que ubicar a dónde escuché alguna vez billar,
pero en esas ocasiones le hago una seña para que siga hablando.
¿Nunca ha sentido que se han pasado?
Como no.
¿Y no te han dicho nada?
Como no, nosotros tenemos mucha gente que no quiere que salgamos al aire.
¿Quiénes?
Mucha gente...jejejejeje....
SV: La Choly no es solo un programa de jodarria, de alguna manera le
hemos cambiado el pensamiento a las personas. No es solo cagarse de la
risa sino que la Choly te hace pensar, está del lado del pueblo,
es muy idealista, populista. Ella dice: “A todos los diputados les
deberían de bajar el sueldo”. Por eso yo le digo: “Eso
no se puede, porque hay sistemas, procedimientos”. Y la gente lo
percibe. Creo que genera un sentimiento de denuncia social.
¿Y en qué plática o beba salió la
Choly?
Yo venía trabajando con este desde 1997 con la Abuela. La Abuela
salió al aire en la YXY un 14 de septiembre y me pusieron un locutor
y al día siguiente no llegó pero llegó este y desde
ese día fue como que le dieras clic. En tres meses la Abuela fue
un escándalo a nivel radial, en el 97 escuchar “tu madre”
en una radio… A la mara le gustaba, veníamos acostumbrados
a la jodarria de la Femenina en aquellos años, que eran virgos
y cagados de la risa, pero que alguien te hablara como hablaba la gente
en la calle… entonces había gente que decía: “Excomúlguenlos”.
En tres meses teníamos gente que nos querían callar: cartas
del ministerio de Gobernación, todo mundo.
Y el rating como colchón
Para arriba. La YXY fue un fenómeno: en seis meses fue número
tres y en un año fue número uno, y la Femenina tenía
30 años de esta reinando el dial como número uno.
¿Pero qué día salió la Choly?
A eso voy, a mi me dieron la oportunidad de ser director de la Scan en
el 99 y como yo había tenido con este una experiencia de trabajar
dos años con la Abuela entonces me lo jalé para la Scan
en la mañana y un día, un 17 de marzo del 99, entro a la
cabina e hice la voz de la Choly y dije que era la cholera de la radio.
Este me agarró la jugada y empezó. Solo había una
voz, después metí a un bolo y así metí más
personajes. Ahora tengo más de treinta.
¿Todos hijos de la improvisación?
Todos.
¿Cómo sale la Abuela?
Tenía un programa en la Corporación, en una radio que se
llamaba Mágica, ahora FM Globo, me pusieron un turno de cuatro
a seis de la mañana en el que hacía la voz de un indio.
No me sentía capaz de hacer quince personajes al mismo tiempo,
así que grababa los personajes. Y decía: “Hola padrino”,
“hola abuelita”, y así nace la Abuela. La oyeron y
como estos estaban haciendo una promoción que se llamaba “La
abuela más puyada” y me llaman a mí para hacer el
promocional y a mí no me salía el promo y dije: “¡Tu
madre, no me sale!”. Y la mara comenzó a pedir el promo,
claro, oías a una viejita en una radio juvenil diciendo “tu
madre” era cagado de la risa. La viejita se volvió controversial.
Tiene mucho de mía la viejita, algo de una bisabuela que ya la
tengo en el cielo.
Pero te has pelado. Una vez hicieron un concurso de regalar enmoteladas...
Yo las regalo, si es lo más natural pues...
¿ustedes han ido probando su límite?
SV: Pero es que no nos sentamos a decir: “ahora vamos a decir esto”.
Creo que ese es parte del éxito, la naturalidad. Por ejemplo, viene
el día del padre y nos preguntamos ¿qué regalamos?,
y nos decimos: “Regalemos una enmotelada”. No medimos las
consecuencias ni el impacto, simplemente sale.
A lo que me refiero es: ¿A qué horas pasaron del
“tu madre” de la Abuela al “estos culeros” que
decía Merino?
No nos dimos cuenta. Merino un día lo dijo.
SV: La Choly ya nació así, con ese léxico. La gente
ya lo escucha gracioso. La clave está en la intención y
la naturalidad de la palabra. La Choly ya nació así, no
se puede cambiar.
Pero supongo que ya habrán tenido un montón de
“ya bájenle”
Sí, por supuesto, ¿por parte del jefe?
Sí.
Sí, me llama y me dice, el doctor Saca, “¿qué
estás haciendo?, calmate”.
Si el doctor Saca supiera lo que van a decir seguro que no los
deja salir.
Noooo. Para él la Scan significa mucho. Para él oir que
en la Scan, su radio, con la cual comenzó, un programa desvergue
era un... Yo le decía que tuviera fe y nos costó. Lo que
hice con la Abuela en tres meses, lo logré con la Choly en tres
años. Nos costó tres años que la gente escuchara
y me dijera, “puta, ¿vos hacés la Choly?, ¡qué
paloma!” Fue en contra de todo, de la pauta comercial...
¿Les quitaron pauta comercial?
No se vendía porque les daba miedo arriesgar la marca en un programa
donde se manejan “vulgaridades”, porque así nos tildan,
y ahora ese el programa más vendido de la Corporación.
¿Y a vos te dejarían agarrar de pato al sobrino
de tu jefe?
¿Quién es el sobrino de mi jefe? Decime uno, ja ja ja ja.
Ja ja ja ja. Bueno. Elías Antonio.
Lo hemos hecho.
Imaginate salir un día imitando: “Vamos a agarrar
a todos estos malacates con la mano dura”
Es que yo lo he dicho abiertamente: La voz de él no me sale porque
no tiene una característica fuerte donde pueda agarrarlo.
¿Y la de Paco Flores sí?
Sí, y todas las que han escuchado. Pero yo ya he criticado al presidente.
¿Qué le has criticado?
Su forma de ser, de actuar, él me prometió que iba a regresar
a una entrevista de radio y nunca regresó y yo le digo: “Tony
Saca, vos me prometiste...” Porque yo lo conozco por Tony. Ahora
claro, vos subís de nivel y le decís señor presidente
pero para mí sigue siendo Tony.
¿Vacilaste con el presidente?
No, te digo en los medios, vos estás en el medio y lo ves a él
narrando. No, yo nunca salí con él.
¿Cuándo fue la última vez que hablaste con
él?
Hace como dos meses, en el parqueo de la Corporación. Le dije:
“señor presidente, ¿se le puede saludar?”, Puta,
andaba como con mil guaruras. Yo me he convertido en uno de los críticos
de él pero me imagino que ser presidente ha de ser un huevo, en
el cual a mí no me gustaría entrar. Con Chamba (Vásquez)
siempre tenemos esa discusión porque yo soy muy desbocado pero
es que están pasando demasiadas cosas que no deberían de
pasar: la gasolina, la comida, impuestos y te lo digo porque yo lo viví
en carne propia.
Mucha gente piensa que el programa de ustedes es simplemente vulgar.
Mirá, hubo mucha gente que me dijo que nosotros éramos un
atajo de vulgares pero el día que me traigan aquí a uno
que no ha dicho “puta” en su vida, le pago mil dólares
o lo que tenga en la bolsa. Lo que hemos logrado es transmitir en radio
la manera como habla la gente, como hablas vos o vos. “Puta, se
me ocurrió tal mierda”, eso es lo más normal, lo dice
el cura, el señor diputado, el presidente, el doctor y el que jala
repollos en la Tiendona.
Lo que ustedes hacen lo consideras simplemente jodarria.
Jodarria, viejo, así habla la gente. Las malas palabras las dicen
todos. ¿Por qué te tenés que tragar que Adal Ramones
diga “uta, madre”? Y todo el mundo lo oye gracioso solo porque
es Adal Ramones de México y un gato de aquí no lo puede
decir, como yo.
¿Qué sacás de agarrar de pato a los personajes
que tenés?
¿A quiénes agarró de pato?
A (Francisco) Merino, por ejemplo.
A él nunca lo he agarrado de pato.
Lo pusiste como un borracho.
Dije que se emborrachó, lo que salió en el diario lo repetí.
Había un doctor, arquitecto, ingeniero, doctor Merino.
Claro, pero yo nunca me refiero a él ja ja ja ja, allá ustedes
si lo toman así. Nunca he dicho el diputado Merino.
O don Jorge, por ejemplo.
Don Jorge es don Jorge; Paquito es Paquito. Nunca he dicho que Paquito
sea el ex presidente de la república (Francisco Flores) o que Schafik
Hándal sea don Jorge...
¿Puras coincidencias?
Si se le parece la voz pues sí, pura coincidencia.
¿Por qué hacer sátira?
Le hace falta a este país cosas así, compadre. Lastimosamente
en televisión no se puede hacer nada, no te dejan. Y segundo, no
hay recursos. A la televisión nacional de aquí le digo abiertamente,
y te digo los canales conocidos que son cuatro: prefieren mejor traer
los programas en lata que creer en la gente nacional. Si no, miremos los
programas que tenemos.
¿Qué te parecen estos programas de Buena Onda o Viva
la mañana o Chivísmo?
Son programas dirigidos de El Salvador del Mundo para arriba por el estereotipo
de entrevistadores que hay. Agarrá a uno de ellos y lo metés
en la Campanera o en Popotlán 3 o en Majucla o Aguilares y seguro
se cagan. El único programa que admiro aquí es Domingo para
Todos porque se identifica con el pueblo, el gordo logró hacer
lo que el Chele Rucks no...todo el mundo dijo: “Se fue el Rucks
y el gordo la cagó, no la va hacer”, pero la logró
hacer. La gente de Domingo para Todos se va a Soyapango, pero si llevás
a los bichos de Buena Onda a transmitir en vivo...
¿Sos de arriba o de abajo del Salvador del Mundo?
Abajo, porque si viviera arriba no haría radio sino que sería
dueño de radios.
¿Por qué decidiste hacer radio para abajo?
Porque la gente que está abajo es agradecida, es gente real.
(Llega el menú y Chamba Alas rápido pide: “A
mí traeme boqueado, compadre, boqueado”. Luego pide otra
Corona)
He pasado etapas duras de mi vida: Llegaba a mi casa y lo que encontraba
en la refri era la olla de frijoles y el carbón a la par. Poco
a poco mi madre nos sacó adelante.
¿De alguna manera también sos tu personaje: el
novio de la señorita Cou?
¿El Chato?
Sí.
No, cada uno de los personajes son parte diferente de lo que yo he vivido,
de lo que capto de la gente y de mi misma familia.
Pasás jodiendo cuatro horas en la mañana ¿Andás
serio el resto del día?
El resto del día me toca ver las ofertas, cosas que para mi son
aburridas. Llegar a la radio es una válvula de escape. Esas cuatro
horas en la mañana son eso porque yo puedo llegar agüevadísimo,
con todos los problemas que pueda tener alguien, pero es abriendo los
micrófonos y todo cambia. Luego me da un bajón.
De alguna manera con tus radionovelas hacés justicia con
lo que parece bien y mal. Por ejemplo, privilegias al calle por sobre
el fresa, en tus novelas el calle es el astuto, el fresa es el pendejo.
No pendejo, lo veo como inútil. Hay excepciones, me imagino. Es
que mirá, no es lo mismo que agarrés a alguien que ha vivido
en la calle, porque la calle te enseña un vergo. Yo aprendí
en la calle, mi primer trabajo fue de ayudante de tapicero a los once
años y ganaba al mes 50 colones, se los daba a mi mamá porque
mi tata nos había dejado valiendo verga.
Aprovechando que hablás pelado pasemos revista por la
farándula nacional, ¿te parece?
Dale.
Gordo Max.
Creativo. El gordo es buena gente, me llevo bien con él, es creativo,
superó lo que hizo el chele Rucks y el día que, así
ponele, el día que ese hijueputa adelgace se le acaba la gracia.
María Elisa Parker, digo, para irnos a los extremos.
Mamaita.
Luciana Sandoval, pero recordá que ya usaste mamaita.
¿Luciana Sandoval? Hay tantos conceptos... ¡fabricación!
¿Y Daniel Rucks?
La supo hacer en su momento, inteligente. Te voy a decir una cosa: recurrir
a viejos talentos para un programa nuevo, es que no hay más: ¿o
tenés que tener una cara bonita para figurar en televisión?
¿Te parece bonito el chele Rucks?
No, para mi es feyo.
¿Y el chele que salía en Buena Onda?
Es compañero de trabajar, está en la Exa, ha tenido suerte.
Es buena onda.
¿No tenés miedo que te echen por como hablás?
Como no y si me echan me van a dar trabajo en otro lado o me voy a dedicar
a vender hot dogs.
¿A quién admirás de la farándula
nacional?
¿A quién admiro de la farándula nacional y no le
dan la oportunidad que hay que darles? A Ricardo Hernández, siempre
lo he dicho: ya le toca Fin de Semana porque Willie Maldonado ya tuvo
su época.
(Chamba Vásquez se ha reincorporado a la conversación,
se había levantado a saludar a unos amigos, y llega a la mesa para
aceptar la propuesta de El Faro).
Queríamos saber si podíamos hacer un ejercicio
de improvisación...
Jejejejeje.
Se nos había ocurrido una situación, una de esas
de sus radionovelas. Siempre nos hemos preguntado cómo hablarían
don Jorge con Paquito sobre mujeres, ¿Le entramos?
Sí, claro.
(Chamba Vásquez toma la grabadora como micrófono
y se dispone a narrar la historia. Chamba Alas hará las voces de
don Jorge y Paquito en una actuación que realmente hacen creer
que hay dos personajes debatiendo. Las voces, aclara Vásquez, son
de dos personas cualquiera y no las de Schafik Hándal y Francisco
Flores. Más allá de eso, el parecido es obvio).
 |
Y
comienza la radionovela:
SV: Buenas noches, hoy en nuestra entrevista especial
tenemos a dos ilustres, si se puede llamar de esa manera, dos personajes.
Uno de ellos es un taxista, insisto, quiero hacer la aclaración
antes de que ocurra una controversia, ellos no son los que ustedes creen.
Tenemos a don Paquito y a don Jorge. Buenas noches, don Paquito, ¿cómo
está?
Paquito: Pueblo salvadoreño, uno de los honores
más grandes en la historia de El Salvador es contar con gente muy
buena a la cual nos han invitado aquí a departir y podemos hablar
de un tema, no sé si mi compañero va a aceptar hablar.
SV: Hoy vamos a hablar de la satisfacción femenina,
cómo satisfacer sexualmente a una mujer. Don Jorge, buenas noches.
Don Jorge: Buenas noches a todos los que nos escuchan,
es para mí un placer estar hablándoles a ustedes y no a
este que viene de los discípulos de ya sabés quien...
SV: Hay una cosa que yo quiero dejar bien claro, vamos
a manejar tiempos, no vamos a tener...
Don Jorge: Ya estás igual a Jorge Hernández con tiempos
y babosadas y tonterías...
SV: Lo que pasa es que por respeto a nuestro otro invitado
cada quien va a tener un minuto para poder exponer sus ideas, ¿de
acuerdo?, ¿estamos claros con el debate?
Don Jorge: Allá vos, ese es el bendito problema
que siempre he tenido con vos, no puedo decir más, pero si querés
dar...
SV: Paquito, ¿usted está de acuerdo con
las reglas del juego?
Paquito: Estoy totalmente de acuerdo en lo que estábamos
platicando, estoy en la más mínima, mejor dicho en la más
máxima disposición de poder hablar y poder tener esta convivencia
en la cual hablemos...
Don Jorge: Vos solo babosadas hablás, hombre...
SV: Perdón, perdón, levante la mano si
quiere opinar...
Don Jorge: Yo solo quiero decir una cosa...
SV: Adelante.
Paquito: Adelante, adelante.
Don Jorge: Mirá, negrito baboso, a vos te dicen
el negrito del batey.
Paquito: A mi no me dicen el negrito del batey.
Don Jorge: Como no, yo te conozco desde chiquito cuando
vos andabas en los barrancos...
Paquito: ¿En los barrancos, señor? En ningún
momento andaba en ningún barranco.
Don Jorge: Como no.
SV: La vida, perdón, de cada uno de ellos, del
señor don Paquito no...
Don Jorge: A mí me importa un pito y los cuentos
de pipiripau...
SV: Señor, por favor tiene que mantener la cordura...
Paquito: Mantengamos la cordura...
Don Jorge: Callate baboso que seguís haciendo
las mismas tonterías que está haciendo el Toño, nosotros
pensamos que vos ibas a cambiar...
SV: Perdón, perdón, ¿quién
es Toño?
Paquito: Queremos saber quién es Toño.
Yo vengo oyendo, estimado don Jorge, que viene diciendo que viene Toño
y Toño...
Don Jorge: Toño, Toño...yo no sé,
babosadas, hombre...
(Las risas rebalsan la mesa. La atención de buena parte de
los clientes de la Ventana se centra en los dos entrevistados. Chamba
Alas, entre carcajadas, agrega: “Y así podés pasar,
hijuepu”)
O sea que si ustedes agarran carreta…
Ahí va pues, no se acaba nunca.
Las radionovelas han roto récord en capítulos...
SV: Es que yo no sé cuándo van a terminar, puede que mañana
se acabe la que estamos haciendo. Con la Juanita duramos 75 capítulos.
¿Y te enterás que la radionovela terminará
ese mismo día?
No, bueno vos decís: “Tu madre, ya”. Llevamos la trama
a un punto que sabemos que se acaba pero no sabemos cuándo.
Te he escuchado a vos (a Chamba Vásquez) riéndote
de los personajes de este. Han logrado armar un equipo que tiene una simbiosis
de trabajo casi perfecta.
SV: Sí funcionamos bien al aire pero personalmente mantenemos nuestras
reservas, muchas veces lo contradigo, no estoy de acuerdo como actúa,
pero al aire es otra cosa. Ya habido momentos que nos hemos puteado, nos
hemos ultrajado, hace poco hubo un conato de bronca que por poco nos rompemos
el hocico.
¿Por qué?
SV: Por cuestiones que se dan. Pero cuando abrimos el micrófono
todo cambia.
¿Son adictos al escándalo?
SV: No.
No nos demos paja, si sacás un personaje en este país
que dice “tu madre” o “culero” al aire es obvio
que será polémico por lo menos.
SV: No quiero pecar de ingenuo...
SA: Seguí hablando, porque vos no estás a verga y yo ya
empiezo a hablar así…
SV: Je je je, no, intención no hay.
¿Qué están haciendo ahorita?
Una novela que se llama “el Pecado de Chumico”.
Ja ja ja ja
¿No la han oído?
No.
Es una novela en chino que yo hago todas las voces y las hago
(Chamba Alas hace una imitación de una voz al estilo de las viejas
películas de Bruce Lee) y este traduce al español. Es una
mierda totalmente diferente y el que se caga de la risa soy yo porque
la viejita dice (Chamba Alas espeta algo difícil de transcribir,
básicamente porque en el conjunto de sonidos guturales lo único
que se comprende es algo parecido a “jueputa” y “endejo”)
y este dice: “Hijo querido”. Teníamos pensado hacer
“la encerrona”, ya habíamos hecho la primera con quince
personajes, pero ahora los queríamos tener a los treinta al mismo
tiempo.
A ver, ¿quiénes son los treinta?
Puta, son muchos. Era como un big brother de radio. Un día teníamos
una música de chinos, estábamos en comerciales, y le dije
a este cerote: “Mirá, hablemos en chino”. Este no quería,
me decía que hiciéramos la encerrona y yo dejo ir al aire
el chino, y todavía se escucha en el primer capítulo: “Bueno,
aunque yo no quiero”.
SV: Y este empieza hablar en chino y bueno, ni modo.
SA: Y comenzamos a escribir nombres: Chinocojo Nocomo... y de repente
se convierte en una novela que a la gente le gustó. Nosotros preguntamos
si les había gustado y y ya llevamos 20 capítulos.
¿Y siguen hablando en chino?
Todos los personajes hablando en chino. La protagonista se llama Chumico,
una china que está enculada de un hijueputa que se llama Chinocojo
Nocomo y el papá se llama Mete Latoyota y me tenés a mí,
porque solo tenía una canción en chino, bajando canciones
en la internet.
¿Nadie se ha quejado?
SV: Puta, cuando vinieron los príncipes de Japón, ese día
dijimos que ojalá que no escucharan. Pero, no, nadie se ha quejado.
(Los Chambas improvisan de nuevo. Esta vez, con extractos de
la radionovela en chino. Más y más risas)
¿Nunca han pensado en vender su producto independiente
de la radio?
SV: Al menos aquí, nadie las compraría.
¿Por qué no?
Es que aquí no funciona.
Vaya, ¿no han pensado vender a la mara los capítulos
de sus radionovelas?
Hemos vendidos un par de capítulos de la novela, una completa creo
que vendimos también.
¿Vos te considerás comediante?
No, locutor.
Nombre, ¿qué es Adal Ramones? ¿Presentador?
Es que mirá, yo he tenido la oportunidad de pararme frente a dos
mil personas y hacerlas reír pero es un huevo, no es lo mismo que
estar en radio. La gente espera que le transmitas lo que escucha en radio
y es huevo y la mitad del otro.
Pero lo que ustedes hacen es comedia, ¿no?
SV: La gente se ríe, le cambiamos la vida, hay testimonios conmovedores.
SA: No me gusta contarlo pero hay experiencias palomas, así como
la que te va a contar este.
SV: Llama una señora y dice, “¿saben qué?,
le voy a contar algo: mi hijo acaba de morir, mi esposo y yo estábamos
destruidos y fíjense que el día siguiente que él
murió nosotros los escuchamos a ustedes y no saben cómo
nos cambió la vida. Estábamos destrozados, nuestro hijo
había muerto, y de escucharlos empezamos a reír”.
Salieron de ese trauma. Lo único que se puede hacer en ese momento
es agradecerle a la gente. Les digo que son ellos los importantes. Lo
que hemos logrado lo debemos a eso.
¿Para qué sirve lo que ustedes hacen, señores?
SV: Para alegrarle a la gente la vida. A veces sueño con salirme
de la radio para ir a ver cómo se divierte la gente. Para eso,
para que la gente se le olvide un poco.
SA: Mirá, vivimos en un país que te pintan que todo está
bien y realmente vemos que todo está mal ¿y qué me
queda a mí? Tratar de lograr que la gente se ría y hasta
puede sonar trillado, pero esa es la recompensa, la gente se ríe
y te sentís que no cabés. Nosotros lo vemos normal, es lo
que hago todos los días pero la gente lo ve así como que
nosotros somos paloma.
En un país donde hay altísimas condiciones de pobreza,
donde se rebalsan las quebradas de los ríos, donde la violencia
es el pan de cada día, resulta que hay dos que en la mañana
comienzan a vacilar y a joder, ¿Qué quieren decirle ustedes
a ese país mil veces jodido al tomar el micrófono?
SV: Aquí no hay de otra, aquí está jodido, la gasolina
está cara, a su mujer usted no le gusta, sus hijos como chingan.
Les pintamos la realidad.
SA: Pero “El Salvador vale la pena”, ja ja ja ja y no tenemos
otro lugar más que este y afortunada o desafortunadamente nacimos
aquí. Al final siempre decimos: El Salvador es chiquito pero la
tiene grande.
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fragmento de la plática
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