Texto y Fotos: Óscar Leiva Marinero
No
había cambiado mucho desde la última vez que lo había visto, en 1995. Le
pregunté si se acordaba de mí, pero el me confesó que su "hardware" le anda
fallando un poco. Luego le recordé que habíamos tocado juntos en la banda de mi
colegio y me dijo para no desanimarme: "¡Puta, qué grande estas!". La música,
fuente de la eterna juventud, lo ha conservado bastante bien, excepto por las
pequeñas señas de la calvicie propias de un hombre con 50 años bien vividos.
Le pregunté si me podía dar una entrevista "para la posteridad".
Accedió sin exaltarse demasiado. Comenzó por el principio, allá por el año de
1960. Contó cómo había empezado tocando la batería a los 8 años y cómo luego su
mente quedó cautivada por el sonido de la guitarra. De allí para acá, su vida se
ha basado en su habilidad para hacer sonar las seis cuerdas de la "lira".
Durante su primera etapa como músico, aprendió a tocar sin
instrucción. Chamba recuerda que iba a ver los conciertos de grupos como "Los
satelites del twist", que en ese tiempo se realizaban en la radio YSKL.
Recuerda que un amigo le enseñó sus primeros tres acordes. Su restante
aprendizaje sería autodidacta.
Don
Chamba Elías es un nombre muy conocido. Forma parte inevitable del acervo
musical del adulto contemporáneo, y aquí en el país hizo carrera con bandas como
Los Kiriaps, Oasis, Macho y Aurora durante los 70,
80 y tempranos 90. "El gato", como le dicen sus conocidos, llegó a ser
considerado -junto a Tony Oliva-, como el mejor guitarrista de su época.
"Chamba" tocaba de todo tipo de música, en especial el rock &
roll. Sin embargo, fue de los primeros guitarristas que se interesaron por el
Jazz. Tanta fue su influencia que "El gato" dejó el vecindario y se fue a vivir
a Washington, una de las capitales de ese ritmo afroamericano. Por último,
Chamba nos contó que recientemente había conquistado el sueño de grabar un disco
en los Estados Unidos y prometió traerlo la próxima vez que visite su patria.
Fue ahí cuando Interrumpimos la tertulia. La gente lo estaba
esperando y lo aclamaba. El musicón empezó y sonaron buenos temas del recuerdo
como "Cocaine" de Erick Clapton, "Born to be wild", de Stepen Wolf y otros como
"Dejen de pensar en mí" o "Ya vas barrabás" (tema que grabó con Luis López en el
año 1982).
Cuando "El gato" acabó su "set" intenté retomar la
conversación, pero la tarea se tornó imposible ya que muchos rostros conocidos
aprovecharon para conversar y recordar junto a él tiempos dorados. El músico se
disculpó caballerosamente y ahí quedó. El gato regresó a su nuevo barrio allá en
"el norte" el Domingo 8, y quién sabe cuando volverá por estos parajes. Aquí
deja una historia en "stand by". Allá, la sigue escribiendo.